Existen varias marcas de difusores que han presentado difusores con válvula anti-retorno en su interior. El motivo es evitar que el agua o el lodo entre dentro de las tuberías a través de las perforaciones de la membrana cuando se para el aporte de aire de las soplantes.
Habitualmente este tipo de difusores incorpora una bola alojada en el interior de la rosca del difusor, y con el empuje del aire esta se abre permitiendo su paso a través de la membrana. Cuando se paran las soplantes, la bola sella el difusor para evitar la entrada de agua en sentido inverso.
La idea es muy buena, pero lamentablemente el resultado de este tipo de difusores es pobre: son muchos los casos en que estas válvulas (bolas) quedan atascadas y no permiten que el aire pase a través de los difusores. Esto perjudica el rendimiento del resto de difusores de la instalación, ya dependiendo del número de obturaciones, el incremento de caudal de aire en el resto de difusores puede ser considerable.
Es un hecho ampliamente demostrado que en varias instalaciones con este tipo de difusores, muchos de ellos no llegan ni a trabajar correctamente en la puesta en marcha, pues ya vienen obturados de fábrica, ya sea por su manipulación, trasporte o incluso por el montaje de los mismos.
La solución que han adoptado varios fabricantes es la de incorporar un sistema de sellado del difusor en la propia membrana. Se deja la parte central de la membrana del difusor sin perforaciones y se aumenta un poco su grosor en esta parte. De esta forma, y gracias al peso del agua, la misma parte central de la membrana actúa como válvula anti-retorno sellando la salida de aire del difusor.