Habitualmente esto suele ocurrir en tuberías de PVC y los motivos pueden ser varios: el deterioro que sufre el PVC de las tuberías con el paso de los años, que hace que éste se rompa fácilmente con las vibraciones, una sobrepresión en las tuberías ó las vibraciones que acaban arrancando los soportes de la parrilla hasta que ésta finalmente se rompe, entre otros.
Una vez la tubería se rompe, el agua entra en la parrilla junto con todos los lodos. Estos lodos se van depositando en su interior hasta que llegan a los difusores, donde habitualmente los colmatan.
La reparación es aparatosa puesto que no hay más remedio que vaciar todo el reactor, y si es posible, limpiar por completo las tuberías por dentro para quitar el lodo depositado y limpiar también los difusores. En este punto es de vital importancia el tipo de difusor. Si el anclaje es de rosca, la actuación se simplifica, pues solo hay que desenroscar los difusores, extraer las membranas y limpiar el interior del difusor, posteriormente se limpia la membrana o se sustituye. Si el anclaje del difusor es de cuña, la extracción del mismo es un poco más aparatosa, pero el procedimiento es igual que en el modelo roscado; ahora bien, si el difusor está soldado a la tubería, el procedimiento se complica considerablemente, por este motivo nunca recomendamos este tipo de difusor, ya que las reparaciones o sustituciones de difusores son muy costosas y además es necesario instalar la membrana del proveedor o sustituir todo el emparrillado.
Os recomendamos dos vídeos en los que se aprecia claramente qué le pasa al difusor cuando entra lodo en su interior.